Adoro la ocupación de acompañante, soy una cortesana de lujo que llena de mimos, caricias y besos a quien decide estar conmigo. Disfruto de los momentos íntimos en una alcoba, desvestirte lentamente y que tú hagas lo mismo conmigo para que todo vaya brotando de una manera muy natural …
Y es que aunque uno haya festejado hace rato los 40, escriba sobre los derechos de las minorías y se proclame de avanzada, pensar en un romance a los 80 sigue siendo una idea subversiva por decir lo menos.
Su única presencia inspira sensaciones íntimas, de seducción muy femenina, le chifla disfrutar y hacer disfrutar a el resto, caballeros y parejas, estilo y glamur.
Entre mis hobbies destaco el aprender de mis citas y hacer deporte al aire libre… Eso se aprecia en mi cuerpo el cual desprende vitalidad y bien preparado.
Conforme Giorgio Nardone, experto en terapia estratégica: Si era simple esperar que del ‘prohibicionismo sexual’ se derivaran formas de compensación más bien morbosas, es también fácil aguardar que de la ‘obligación sexual’ se produzca la incapacidad de su plena realización.
Hola chicos, soy una señorita muy bonita y simpática, con un carácter muy sociable y con una sonrisa cautivante. Junto a mí gozarás de una joven con un cuerpo de curvas emocionantes, una amante entregada para que su compañero pase una velada inolvidable. Ven a conocerme, besitos.
El día de hoy te planteo que hagas de estudioso. Escribe en tu libreta las relaciones que conoces que tienen una relación sana. Observa dónde y cómo se encontraron, de qué forma empezaron y qué características crees que tiene la relación y cada uno de los miembros que la componen.
Compartamos una cena romántica y después, en la intimidad, descubrirás a la amante que llevo dentro, pasional y entregada. Mis labios recorrerán tu piel, mis manos acariciarán cada rincón de tu cuerpo … Nuestra cita quedará grabada en tu memoria.
Para los amantes de sexo anal, hay un dicho: si consideras que se halla lubrificado…lubrifica más. El ano, en oposición a la vagina, no está preparado desde determinado punto de vista biológico para la penetración. Y por lo tanto, eres tu que debes darla.
El esposo que eligió para sí (el padre de Maya) un hombre ausente, alguien que calzaba a la perfección con la manera de querer de ella, alguien a quién había que ATENDER y que no era capaz de valorar esa atención inacabable.
