Del mismo modo, tú no eres responsable de las necesidades de la otra persona, salvo las que estés dispuesto a satisfacer por amor, por el hecho de que quieres, o bien por cualquier otro motivo. Hazlo siempre y cuando esto te permita continuar en una posición satisfactoria.
Todo por el CristoVirgen. Por el hecho de que el amor no puede servir a 2 amos. Porque a lo largo del camino donde la pasión ha poseído nuestras supones, el amor no muere y avanza como oveja entre lobos, liberándonos para siempre de las encrucijadas más imposibles.
Decidí no responder con razonamientos ni intentar tener la razón. Decidí no analizar sus palabras y no defenderme. Todas y cada una esas contestaciones hubieran empeorado la situación, lo cual no resultaba nada interesante para mí.
Toca y siente tus manos y brazos, tus pies (si puedes alcanzarlos), pantorrillas y muslos. Toca tu pecho e incluso tus pezones. Cuando se dé placer, intente masajearse los muslos y el estómago antes de concentrarse en sus genitales.
Un Caballero no va a deber asustarse de esta mujer tan diferente, sino va a tratar de analizar y entender este caos. Por otra parte si lo miramos desde otra perspectiva, este cambio asimismo puede ser beneficioso para los varones, puesto que las mujeres ya no se reprimen en cuanto a su sexualidad.
Los genitales femeninos visibles externamente se conocen como la vulva e incluyen los labios vaginales, el clítoris, la abertura de la uretra y la abertura vaginal. Las s internas incluyen el canal vaginal, la esponja uretral, el cuello uterino y el hueso púbico.
Se siente como un náufrago que ve tierra a lo lejos, pero no se siente con fuerzas para llegar nadando, su mente le limita con la frase: ¡Es imposible llegar hasta ahí!. Y prosigue ahí, batallando por mantenerse a flote, sin avanzar.
Fantasear a lo largo de la penetración vaginal es imaginar todo lo que nos resulta placentero en conciencia, es aspirar a mayores cotas de placer sexual, a lograr lo que todavía no sentimos con nuestros genitales. Y, de pronto, la fantasía lo logra y lo disfrutamos mediante los clímax.
El primer error que muchos varones suelen cometer, es enfocar la sexualidad a una acción meramente genital, en circunstancias que durante una relación sexual se puede expresar el deseo de variadas formas.
Yo la miraba con deseo, con mis ojos abiertos como platos diciéndole que hiciera lo que deseara con la llave que tenía en sus manos. Se quitó la cadena del cuello y bajó de la cama. Se aproximó al guardarropa y lo abrió. Sacó unos alicates, mientras que continuaba mirándola expectante y expectante.
