Emplea ese rencor, esa mala hostia como motivación para conseguir tus metas, avanza con ello
Siempre me atrajo esa zona finita del espacio de mi hombre. Antes, procuré llegar a ella, mas el instinto macho que se abochorna de su posibilidad de recibir, me había distanciado con un suave manotazo o una exclamación de profundo desconcierto.