En el amor nunca hay deseo, ni posesión, sino cariño y entrega. En el querer, en dependencia del contexto, sí hay deseo y posesión. Llamar amor al sexo es el mayor daño que se puede hacer al verdadero significado del amor.
Cuando te dediques a condicionar su comportamiento, recuerda que en ningún instante debe parecer que estás Creando Hielo a propósito y con la intención de castigarla. debe experimentarlo como una auténtica y espontánea pérdida de interés por tu que le retira la Validación.
Si son cosas urgentes propias de ella, solo te está probando que deja temas triviales sin resolver hasta que se convierten en un problema más serio. Es decir, que no sabe valorar los riesgos y que dilata los temas más de lo que debiera.
La anfitriona le dice que hay una espera de media hora para una mesa y sugiere una bebida en el bar. No es una mala idea, mas acá hay una mejor forma de pasar el tiempo de espera. Solo asegúrese de hacerlo rápido, ¡la meta es conseguir su dosis de sexo y mantener su mesa también!
Este fenómeno ha sido descrito, desde tiempos viejos, más o menos del mismo modo y explicado en épocas recientes por la psicología tradicional, la que se ha interesado en el estudio de las causas, y más recientemente, en el de la finalidad.
En el modelo diverso, como actor sexual cada individuo es titular del derecho a meditar y actuar autónomamente y a asumir una identidad de género o bien otra, bien sea conforme con su sexo biológico bien sea con independencia de este.
Regla 94. Halo de misterio. La clave es el misterio. No cuente todo. Transmita cierta nebulosidad en sus comentarios. Lo que le resulta de interés es que ellas procuren averiguar qué hay detrás, si bien usted mismo sepa que detrás no hay nada más que una cama y una caja de conmutes.
En una relación Amaesclavo o Amoesclava el dominante adiestra al esclavo a su conveniencia y aquí deseo exponer algunas normas caninas que son compatibles con cualquier otra relacionada con el adiestramiento perruno, pudiendo el Amo/a matizarlas o adaptarlas a una situación específica.
Se han publicado algunos datos, los que siempre deben considerarse como la punta del iceberg. Por servirnos de un ejemplo, en la primera mitad del siglo veinte, Kinsey reportó que el 75 por cien de los hombres eyaculaban a los 2 minutos de penetrar en la vagina.
Lo mismo en familia cuando 2 amigas platican: mi hija se casó rete bien. la consciente, le lleva su comida a la camita, le da un turismo del año, la saca a viajar seguido. en cambio a mi pobre hijo le fue re mal con una lagartona: servida, exigente: quiere vehículo nuevo y viajes…
