La próxima pregunta obligada es: Si estamos diseñados para el placer, para la alegría, para la dicha, para el éxtasis, ¿por qué razón llevamos una vida tan miserable? Es indudable que algo estamos haciendo muy mal, que vamos en contra de nuestra naturaleza, si somos un tanto observadores nos vamos a dar cuenta que somos los únicos seres de la naturaleza que somos infelices, desdichados, que vivimos en un infierno. Y eso únicamente tiene una Si toda la ciencia se fundamenta más o menos en un estrato de hechos, no puede haber daño en dar a conocer a la humanidad en general ciertos asuntos íntimamente relacionados con su vida privada, familiar y social. ¡Ay! la ignorancia completa de ellos desafortunadamente ha destrozado a muchos hombres y muchas mujeres . El consenso en la escena D&S es que los piercings de las zonas erógenas aumentan el placer sexual tanto para el perforado para su pareja. Para el sumiso, la perforación puede indicar propiedad o servidumbre erótica. Para la dominante, pedir un piercing para su sumisa (no sugeriría que lo haga usted mismo, vaya a un salón profesional de piercings) es un viaje de poder en tanto que ella altera su cuerpo de forma permanente.
Buscaremos juntos el hedonismo y brindaremos por la delicia del placer mutuo
Otros productos para masaje erótico que no pueden faltar a la hora de realizar una sesión de masaje son todos los que, de una forma u otra, sirvan para ambientar aquel espacio que se haya escogido para efectuar el masaje. Unas candelas aromatizadas, unos aromatizantes o unas varitas de incienso, por poner un ejemplo, pueden valer para dar a la habitación en la que se realice el masaje erótico un toque aromatizado especial. Las velas aromatizadas son, en ese sentido, un buen producto para masaje erótico, puesto que al mismo tiempo que aportan a la estancia un aroma determinado, sirven para alumbrar la estancia de una manera más sensual y sugerente que si, por poner un ejemplo, iluminas la misma con la simple ayuda de una lámpara o bien, horror de los horrores, un fluorescente de fría y lechosa luz.
Prueba superada y cumbre alcanzada suelen representar nueva y degradante decepción y nuevo deseo por superar lo ya alcanzado, fijándose otro género de objetivo. Solamente acabar, pierden todo interés por el pico. El triunfo suscita la duda sobre si esa elección era la correcta puesto que, finalmente, lo han podido hacer. Si han podido superar esta montaña, ello prueba que esta meta no era suficientemente difícil. Estaba mal escogido. Si, por el contrario, la montaña puede con ellos, entonces esa va a ser la señal de que el propósito SÍ merecía la pena. Una auténtica locura, propia de masoquistas.
Tú eres el protagonista, una pieza necesaria
La mujer se recuesta en la cama, descansa la cabeza y los hombros en un cojín y la arquea para que su amante pueda meterse debajo de ella. Mientras que él la penetra analmente, se inclina hacia delante y besa sus pechos. Otro factor que resta armonía a la conducta humana, es la sobrecarga de trabajo, generando stress y depresión en las personas y separándolas de los seres queridos, por cansancio, falta de tiempo o bien irritabilidad. Todos tropezamos en la calle, todos tenemos temores, dudas, inseguridades (sí, hasta Lady Gaga y Beyoncé)… ¡Y no pasa nada! Aspirar a la perfección es participar en una carrera que está perdida de antemano. El tacto del raso acompaña y duplica las caricias. Para el que las efectúa y para la que las recibe. El cuerpo de Quica por medio de las trazas de satén es aún más delicado de lo que siempre y en todo momento le pareció a Enrique. Sus curvas limadas, ese aspecto aniñado que con los años se ha acrecentado, se transforman en cuerpo de mujer con la delicia del vestuario adecuado. Semeja una cría porque el paso de los años la ha dejado todavía más seca y delgada de lo que era de por sí. Y porque no para. Hoy no puede parar. Ni ella ni él. En esta mañana de sábado del mes de abril, se han aliado los astros, ha llegado la inspiración divina, es posible que el Supremo haya decidido dejarles hacer a fin de que al fin se salden las cuentas pendientes de 47 años juntos, y Enrique no desea más que abrazar a su mujer hasta hacerle creer que son uno solo moldeado. Y lo hace. Para colmarla a besos, para decirle callandito que la ama. No que la quiere, que la ama. Como no suele decírselo por la costumbre de tantos años juntos. Quica le coge las manos y lo guía por todo su cuerpo. Ese que conoce y que tanto ignora por el hábito. Su cuello primero. Desde el nacimiento, sosteniendo su cabeza pequeña, que ahora fluctúa de un lado al otro por el cosquilleo que le generan los dedos de su marido recorriéndoselo. Con mucha ternura, Enrique prosigue su camino hacia los pechos. Redondos, no muy grandes, acaricia la piel hasta alcanzar los pezones y los besa, recogiendo ambos con las manos dejando que sean los pulgares los que se entretengan por el camino rodeando la carne obscura que los corona, obligándolos a cuadrarse frente al general de división que los despierta. Con los labios, Enrique pellizca las guindas del mejor pastel que siempre y en toda circunstancia desea en el postre. Quica no para de reír. Bajito, para que no lo oiga, no sea que detenga sus mimos, cantilena de cascabel amenizando esas caricias. Las manos de Enrique se deslizan por la cintura, por las caderas, arremolinando entre los dedos la lona que cubre a la mujer para dejarle que ahora toque la piel, tapiz suavizado siempre y en toda circunstancia por pasadas de crema con la que se embadurna tras la ducha. Reconoce cada esquina, cada hueco. Llega hasta los muslos torneados de no parar ni un segundo. Piernas duras y musculadas que Enrique moldea con las manos tal y como si fuera el ceramista que las creó. Y lo es. Enrique tiene mucho que ver en lo que es Quica y a ella le debe todo cuanto es . Sus labios nunca han bajado de la cintura de su mujer y esta mañana de sábado se niega a que prosigan otro camino. Reconoce la tripa que cobijó a sus 3 hijos para descubrir el monte de Venus en el que desearía fallecer. Con los dedos acaricia el sexo impenetrable de Quica. Pétalos de tulipán protegiendo como muros de hierro la guarida de la que manó toda su tribu. Enrique posa sus labios sobre ellos y los besa con delicadeza, prácticamente sin saber de qué manera hacer. Pequeños besitos de halago con el que sella el contrato de su vida. Las sábanas abiertas de la cama ni siquiera los envuelven; amarse sin ocultar la devoción que los une. Con la lengua, Enrique, degusta a su esposa. Tiernas carantoñas que no por ignotas pierden un ápice de validez. Comprende por dónde ir, qué hacer. Sigue su propio instinto masculino que lo guía cara el epicentro del placer de Quica para que ella responda acariciándole la cabeza y dejándole hacer. Por el hecho de que Quica quiere que siga y lo prueba con los suspiros que exhala, sintiendo más que nunca, amando como siempre, percibiendo en la misma exuberante proporción que le manifiestan esos latigazos noveles que recorren su cuerpo y que nacen entre sus piernas hoy totalmente abiertas. Ese pozo del que emana el maná que Enrique lleva deseando todos estos años, el de su esposa, el de la mujer que ha sido capaz de convertir el reguero de lágrimas que podría haber sido su vida en una deliciosa travesía. Desea más, lo quiere todo. Acerca con timidez las manos para repasar con la yema de los dedos los bordes de su colina, de su hondonada, empapándose de Quica cuando llega el instante, mojando el colchón, libando su lealtad y su locura hasta que ella gime como nunca ya antes lo había hecho y el hombre siente de qué manera su mujer titila entre sus labios.
Irónicamente, mas no por casualidad, esto es cuando empecé a tener el mejor sexo de mi vida con parejas que verdaderamente me importaban y gozaba estar cerca. Poco sabía, este fue un GRAN paso para tener buen sexo. En ocasiones me concentro a lo largo del sexo. En ocasiones me desvío. Justo el pasado día, una imagen de John Wayne vino a mi psique cuando mi esposa y yo hacíamos el amor. Por alguna razón me inspiró a follarla todavía más fuerte. Como jóvenes amantes habían sido aventureros y espontáneos. Entonces las limitaciones de la paternidad y el agobio de la carrera de Herb pusieron su vida sexual en una rutina más rutinaria y aunque no hastiada, en un modo de vida más sedado. Laura ya no sorprendió a Herb desnudo en la puerta. Raras veces recogía flores, o la llevaba a la cocina. En otras palabras, su vida se había vuelto como la mayor parte de las parejas casadas; predecible.
Chloe es la escort ideal para compartir tus viajes o bien deliciosas veladas
Otra forma de meterlos en la batalla es no permitiendo que el padre o la madre infiel vea o se relacione con los chicos, esto tampoco es conveniente puesto que padecen mucho cuando esto pasa, son los que deben decidir si quieren o bien no hablar con su padre o su madre. Allí el virus puede continuar inactivo a lo largo de un tiempo que es bastante difícil de pronosticar (varias semanas, meses… inclusive años). Se dan casos en que personas que fueron afectadas en una ocasión por el herpes genital, no tuvieron una recaída… obviamente, el sistema de defensa de sus organismos funcionó de manera perfecta. Caído el ídolo del pedestal, empieza el proceso de reconstrucción de la mujer, que tendrá que atravesar un duelo inevitable. Veremos que son muchas y variadísimas las estrategias que puede emplear una mujer para eludir ese duelo, para darle de lado, sin embargo sin ese trabajo de duelo, no hay final. En los casos de peor pronóstico, una mujer aún doliente de un amor desdichado, que no conoce las auténticas razones que la sostuvieron atada a esa relación, se prepara sin saberlo para emprender otra relación igualmente perniciosa para ella que la anterior y va a repetir el mismo ciclo. Solo cuando la mujer ha podido determinar qué papel ha desempeñado ella misma en su sufrimiento, en esa desgraciada historia, entonces podrá restituir su identidad, su calidad y su razón de ser, alén de la relación que mantenga con un hombre. Solo entonces va a ser capaz de relacionarse consigo misma y con los demás, de una forma menos destructiva y más ventajosa. Si lo logra, habrá deshecho la rueda de la repetición y su próxima historia de amor, su propia historia, va a ser otra.
Más tarde, esta corteza se reemplazó por el sisal, como material preferido para hilar la hamaca, debido a que esta planta abundaba más en el ambiente natural caribeño y sus fibras eran más suaves y elásticas. En una combinación aún más gimnástica, la mujer se acuesta en su abdomen y sujeta y levanta sus propios tobillos hacia atrás mientras abre extensamente las rodillas. Tu compañero medio va a tumbar, medio va a arrodillar entre tus piernas abiertas, apoyando su peso en sus manos. Esta es realmente una situación de yoga muy conocida que los especialistas emplean para robustecer la inferior de la espalda y los órganos internos. Si usted es muy flexible en el área pélvica, puede sentirse capaz de levantar los muslos y las caderas del suelo, equilibrando el peso hacia su ombligo. Esta es asimismo una situación muy gimnástica y que solo debe procurarse por diversión.
Una buena sumisa no debe pensar que es la mejor sumisa que un Amo puede encontrar
La revista Men’s Health, que se autodefine como la mayor gaceta masculina del mundo (de hecho está presente en 65 países y lanza al mercado 41 ediciones internacionales), ha recogido un listado de lo que serían los siete momentos ideales para echar un quickie. Esos seis instantes propicios para una sesión de sexo fugaz serían los siguientes. Mas hay veces en que el comprensión no es posible, o esa relación verdaderamente es perjudicial para ti en tu vida. Quizás este es uno de los pasos más bastante difíciles, pero a veces es mejor tomar la resolución de que no hay nada que hacer y sostenerse alejado. Los motivos pueden ser infinitos, tal vez son personas que no quieren crecer, o que solo quieren percibir de la relación y no aportar nada. O bien quizás son tóxicas para ti (que sean tóxicas para ti no significa que lo sean para el resto del mundo). Cuando además coms lazos de sangre con ellas esta resolución es interminablemente más dolorosa, mas cuando la tomas en tu interior, cuando dejas de batallar para que funcione, cuando coges distancia, probablemente sientas que estás en paz contigo.
Me escuchas atentamente
Lograrás hacer esto aprendiendo a supervisar tu nivel de excitación mediante las técnicas expuestas en el post 3 y, lo que es más importante, retirando la energía de los genitales y haciéndola ascender por la columna cerca de el resto del cuerpo. Una vez amontonada la energía, otra opción es intercambiarla junto tu pareja. Este intercambio energético afecta de forma profunda a la vigor y al bienestar de los dos miembros de la pareja y tiene ocupación incluso por medio de las paredes de resina que debemos situar entre nosotros. Es imprescindible, en todo caso, que haya gustos y actividades en común. Eso afianzará la relación y les unirá más que nunca. Tener proyectos en conjunto ayuda a que aprendan de qué manera trabajar en equipo, respetando sus diferencias y sus puntos de vista. Hasta aquí todo va bien. Conocer las necesidades afectivas: Esta puede ser un tanto más dolorosa, pero es fundamental que lo hagas, piensa en el cariño que se te ha negado de forma especial de tus padres, si tu papá o bien tu mamá, no ten han dicho cosa bonitas, como: hijo te amo, hijo eres nuestro orgullo, gracias por haber nacido, gracias por completar nuestra vida de alegría. Y asimismo piensa en las cosas malas que te afirman tus seres queridos como: no te quiero, no te amo, eres un incordio, eres un estúpido, feo, ridículo.
La próxima pregunta obligada es: Si estamos diseñados para el placer, para la alegría, para la dicha, para el éxtasis, ¿por qué razón llevamos una vida tan miserable? Es indudable que algo estamos haciendo muy mal, que vamos en contra de nuestra naturaleza, si somos un tanto observadores nos vamos a dar cuenta que somos los únicos seres de la naturaleza que somos infelices, desdichados, que vivimos en un infierno. Y eso únicamente tiene una Si toda la ciencia se fundamenta más o menos en un estrato de hechos, no puede haber daño en dar a conocer a la humanidad en general ciertos asuntos íntimamente relacionados con su vida privada, familiar y social. ¡Ay! la ignorancia completa de ellos desafortunadamente ha destrozado a muchos hombres y muchas mujeres . El consenso en la escena D&S es que los piercings de las zonas erógenas aumentan el placer sexual tanto para el perforado para su pareja. Para el sumiso, la perforación puede indicar propiedad o servidumbre erótica. Para la dominante, pedir un piercing para su sumisa (no sugeriría que lo haga usted mismo, vaya a un salón profesional de piercings) es un viaje de poder en tanto que ella altera su cuerpo de forma permanente.
Buscaremos juntos el hedonismo y brindaremos por la delicia del placer mutuo
Otros productos para masaje erótico que no pueden faltar a la hora de realizar una sesión de masaje son todos los que, de una forma u otra, sirvan para ambientar aquel espacio que se haya escogido para efectuar el masaje. Unas candelas aromatizadas, unos aromatizantes o unas varitas de incienso, por poner un ejemplo, pueden valer para dar a la habitación en la que se realice el masaje erótico un toque aromatizado especial. Las velas aromatizadas son, en ese sentido, un buen producto para masaje erótico, puesto que al mismo tiempo que aportan a la estancia un aroma determinado, sirven para alumbrar la estancia de una manera más sensual y sugerente que si, por poner un ejemplo, iluminas la misma con la simple ayuda de una lámpara o bien, horror de los horrores, un fluorescente de fría y lechosa luz.
Prueba superada y cumbre alcanzada suelen representar nueva y degradante decepción y nuevo deseo por superar lo ya alcanzado, fijándose otro género de objetivo. Solamente acabar, pierden todo interés por el pico. El triunfo suscita la duda sobre si esa elección era la correcta puesto que, finalmente, lo han podido hacer. Si han podido superar esta montaña, ello prueba que esta meta no era suficientemente difícil. Estaba mal escogido. Si, por el contrario, la montaña puede con ellos, entonces esa va a ser la señal de que el propósito SÍ merecía la pena. Una auténtica locura, propia de masoquistas.
Tú eres el protagonista, una pieza necesaria
La mujer se recuesta en la cama, descansa la cabeza y los hombros en un cojín y la arquea para que su amante pueda meterse debajo de ella. Mientras que él la penetra analmente, se inclina hacia delante y besa sus pechos. Otro factor que resta armonía a la conducta humana, es la sobrecarga de trabajo, generando stress y depresión en las personas y separándolas de los seres queridos, por cansancio, falta de tiempo o bien irritabilidad. Todos tropezamos en la calle, todos tenemos temores, dudas, inseguridades (sí, hasta Lady Gaga y Beyoncé)… ¡Y no pasa nada! Aspirar a la perfección es participar en una carrera que está perdida de antemano. El tacto del raso acompaña y duplica las caricias. Para el que las efectúa y para la que las recibe. El cuerpo de Quica por medio de las trazas de satén es aún más delicado de lo que siempre y en todo momento le pareció a Enrique. Sus curvas limadas, ese aspecto aniñado que con los años se ha acrecentado, se transforman en cuerpo de mujer con la delicia del vestuario adecuado. Semeja una cría porque el paso de los años la ha dejado todavía más seca y delgada de lo que era de por sí. Y porque no para. Hoy no puede parar. Ni ella ni él. En esta mañana de sábado del mes de abril, se han aliado los astros, ha llegado la inspiración divina, es posible que el Supremo haya decidido dejarles hacer a fin de que al fin se salden las cuentas pendientes de 47 años juntos, y Enrique no desea más que abrazar a su mujer hasta hacerle creer que son uno solo moldeado. Y lo hace. Para colmarla a besos, para decirle callandito que la ama. No que la quiere, que la ama. Como no suele decírselo por la costumbre de tantos años juntos. Quica le coge las manos y lo guía por todo su cuerpo. Ese que conoce y que tanto ignora por el hábito. Su cuello primero. Desde el nacimiento, sosteniendo su cabeza pequeña, que ahora fluctúa de un lado al otro por el cosquilleo que le generan los dedos de su marido recorriéndoselo. Con mucha ternura, Enrique prosigue su camino hacia los pechos. Redondos, no muy grandes, acaricia la piel hasta alcanzar los pezones y los besa, recogiendo ambos con las manos dejando que sean los pulgares los que se entretengan por el camino rodeando la carne obscura que los corona, obligándolos a cuadrarse frente al general de división que los despierta. Con los labios, Enrique pellizca las guindas del mejor pastel que siempre y en toda circunstancia desea en el postre. Quica no para de reír. Bajito, para que no lo oiga, no sea que detenga sus mimos, cantilena de cascabel amenizando esas caricias. Las manos de Enrique se deslizan por la cintura, por las caderas, arremolinando entre los dedos la lona que cubre a la mujer para dejarle que ahora toque la piel, tapiz suavizado siempre y en toda circunstancia por pasadas de crema con la que se embadurna tras la ducha. Reconoce cada esquina, cada hueco. Llega hasta los muslos torneados de no parar ni un segundo. Piernas duras y musculadas que Enrique moldea con las manos tal y como si fuera el ceramista que las creó. Y lo es. Enrique tiene mucho que ver en lo que es Quica y a ella le debe todo cuanto es . Sus labios nunca han bajado de la cintura de su mujer y esta mañana de sábado se niega a que prosigan otro camino. Reconoce la tripa que cobijó a sus 3 hijos para descubrir el monte de Venus en el que desearía fallecer. Con los dedos acaricia el sexo impenetrable de Quica. Pétalos de tulipán protegiendo como muros de hierro la guarida de la que manó toda su tribu. Enrique posa sus labios sobre ellos y los besa con delicadeza, prácticamente sin saber de qué manera hacer. Pequeños besitos de halago con el que sella el contrato de su vida. Las sábanas abiertas de la cama ni siquiera los envuelven; amarse sin ocultar la devoción que los une. Con la lengua, Enrique, degusta a su esposa. Tiernas carantoñas que no por ignotas pierden un ápice de validez. Comprende por dónde ir, qué hacer. Sigue su propio instinto masculino que lo guía cara el epicentro del placer de Quica para que ella responda acariciándole la cabeza y dejándole hacer. Por el hecho de que Quica quiere que siga y lo prueba con los suspiros que exhala, sintiendo más que nunca, amando como siempre, percibiendo en la misma exuberante proporción que le manifiestan esos latigazos noveles que recorren su cuerpo y que nacen entre sus piernas hoy totalmente abiertas. Ese pozo del que emana el maná que Enrique lleva deseando todos estos años, el de su esposa, el de la mujer que ha sido capaz de convertir el reguero de lágrimas que podría haber sido su vida en una deliciosa travesía. Desea más, lo quiere todo. Acerca con timidez las manos para repasar con la yema de los dedos los bordes de su colina, de su hondonada, empapándose de Quica cuando llega el instante, mojando el colchón, libando su lealtad y su locura hasta que ella gime como nunca ya antes lo había hecho y el hombre siente de qué manera su mujer titila entre sus labios.
Irónicamente, mas no por casualidad, esto es cuando empecé a tener el mejor sexo de mi vida con parejas que verdaderamente me importaban y gozaba estar cerca. Poco sabía, este fue un GRAN paso para tener buen sexo. En ocasiones me concentro a lo largo del sexo. En ocasiones me desvío. Justo el pasado día, una imagen de John Wayne vino a mi psique cuando mi esposa y yo hacíamos el amor. Por alguna razón me inspiró a follarla todavía más fuerte. Como jóvenes amantes habían sido aventureros y espontáneos. Entonces las limitaciones de la paternidad y el agobio de la carrera de Herb pusieron su vida sexual en una rutina más rutinaria y aunque no hastiada, en un modo de vida más sedado. Laura ya no sorprendió a Herb desnudo en la puerta. Raras veces recogía flores, o la llevaba a la cocina. En otras palabras, su vida se había vuelto como la mayor parte de las parejas casadas; predecible.
Chloe es la escort ideal para compartir tus viajes o bien deliciosas veladas
Otra forma de meterlos en la batalla es no permitiendo que el padre o la madre infiel vea o se relacione con los chicos, esto tampoco es conveniente puesto que padecen mucho cuando esto pasa, son los que deben decidir si quieren o bien no hablar con su padre o su madre. Allí el virus puede continuar inactivo a lo largo de un tiempo que es bastante difícil de pronosticar (varias semanas, meses… inclusive años). Se dan casos en que personas que fueron afectadas en una ocasión por el herpes genital, no tuvieron una recaída… obviamente, el sistema de defensa de sus organismos funcionó de manera perfecta. Caído el ídolo del pedestal, empieza el proceso de reconstrucción de la mujer, que tendrá que atravesar un duelo inevitable. Veremos que son muchas y variadísimas las estrategias que puede emplear una mujer para eludir ese duelo, para darle de lado, sin embargo sin ese trabajo de duelo, no hay final. En los casos de peor pronóstico, una mujer aún doliente de un amor desdichado, que no conoce las auténticas razones que la sostuvieron atada a esa relación, se prepara sin saberlo para emprender otra relación igualmente perniciosa para ella que la anterior y va a repetir el mismo ciclo. Solo cuando la mujer ha podido determinar qué papel ha desempeñado ella misma en su sufrimiento, en esa desgraciada historia, entonces podrá restituir su identidad, su calidad y su razón de ser, alén de la relación que mantenga con un hombre. Solo entonces va a ser capaz de relacionarse consigo misma y con los demás, de una forma menos destructiva y más ventajosa. Si lo logra, habrá deshecho la rueda de la repetición y su próxima historia de amor, su propia historia, va a ser otra.
Más tarde, esta corteza se reemplazó por el sisal, como material preferido para hilar la hamaca, debido a que esta planta abundaba más en el ambiente natural caribeño y sus fibras eran más suaves y elásticas. En una combinación aún más gimnástica, la mujer se acuesta en su abdomen y sujeta y levanta sus propios tobillos hacia atrás mientras abre extensamente las rodillas. Tu compañero medio va a tumbar, medio va a arrodillar entre tus piernas abiertas, apoyando su peso en sus manos. Esta es realmente una situación de yoga muy conocida que los especialistas emplean para robustecer la inferior de la espalda y los órganos internos. Si usted es muy flexible en el área pélvica, puede sentirse capaz de levantar los muslos y las caderas del suelo, equilibrando el peso hacia su ombligo. Esta es asimismo una situación muy gimnástica y que solo debe procurarse por diversión.
Una buena sumisa no debe pensar que es la mejor sumisa que un Amo puede encontrar
La revista Men’s Health, que se autodefine como la mayor gaceta masculina del mundo (de hecho está presente en 65 países y lanza al mercado 41 ediciones internacionales), ha recogido un listado de lo que serían los siete momentos ideales para echar un quickie. Esos seis instantes propicios para una sesión de sexo fugaz serían los siguientes. Mas hay veces en que el comprensión no es posible, o esa relación verdaderamente es perjudicial para ti en tu vida. Quizás este es uno de los pasos más bastante difíciles, pero a veces es mejor tomar la resolución de que no hay nada que hacer y sostenerse alejado. Los motivos pueden ser infinitos, tal vez son personas que no quieren crecer, o que solo quieren percibir de la relación y no aportar nada. O bien quizás son tóxicas para ti (que sean tóxicas para ti no significa que lo sean para el resto del mundo). Cuando además coms lazos de sangre con ellas esta resolución es interminablemente más dolorosa, mas cuando la tomas en tu interior, cuando dejas de batallar para que funcione, cuando coges distancia, probablemente sientas que estás en paz contigo.
Me escuchas atentamente
Lograrás hacer esto aprendiendo a supervisar tu nivel de excitación mediante las técnicas expuestas en el post 3 y, lo que es más importante, retirando la energía de los genitales y haciéndola ascender por la columna cerca de el resto del cuerpo. Una vez amontonada la energía, otra opción es intercambiarla junto tu pareja. Este intercambio energético afecta de forma profunda a la vigor y al bienestar de los dos miembros de la pareja y tiene ocupación incluso por medio de las paredes de resina que debemos situar entre nosotros. Es imprescindible, en todo caso, que haya gustos y actividades en común. Eso afianzará la relación y les unirá más que nunca. Tener proyectos en conjunto ayuda a que aprendan de qué manera trabajar en equipo, respetando sus diferencias y sus puntos de vista. Hasta aquí todo va bien. Conocer las necesidades afectivas: Esta puede ser un tanto más dolorosa, pero es fundamental que lo hagas, piensa en el cariño que se te ha negado de forma especial de tus padres, si tu papá o bien tu mamá, no ten han dicho cosa bonitas, como: hijo te amo, hijo eres nuestro orgullo, gracias por haber nacido, gracias por completar nuestra vida de alegría. Y asimismo piensa en las cosas malas que te afirman tus seres queridos como: no te quiero, no te amo, eres un incordio, eres un estúpido, feo, ridículo.